A veces me gustaría volver a ese estado de pureza infantil en el que las ideas surgían de manera natural, y no porque me fuesen impuestas de alguna manera. A esa blancura desprovista de cualquier tipo de prejuicios culturales y malas costumbres. Me gustaría regresar a ese constante e inocente cuestionamiento de la vida. Al curioso “¿Por qué?”, no a la exaltación de la autoridad paternal y tampoco a las respuestas mal fundadas de mis maestros y familiares (mucho menos a los “Porque sí”). Desearía dejar atrás a ese mecanismo ideológico en el que prosperan las banderas y las etiquetas, que si bien parten de sentimientos puros y naturales, a veces se desvirtúan y acaban en cosas totalmente antinaturales. No tengo nada en contra de aquellos ideales que me mueven la vida, pero de vez en cuando me siento saturada por aquellas pasiones, y pienso “¡Dios, cuándo era niña todo era mucho más simple!”.
PS: Por eso adoro a los niños y a los animales. Aún no fueron arruinados por la cultura. Al menos no del todo.
[Argentina] 1° DE MAYO
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La Oveja Negra
1 de mayo de 2024. Rosario.
INTERNACIONALISTA
Porque la cuestión social no está planteada en términos patrióticos sino de
clase. La burgue...
Hace 1 día
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Melisa:
ResponderEliminarCierto lo que dices.
A mí también me gustaría verlo todo a través de la inocencia de un niño.
Lo intento.
Pero la realidad, frecuentemente, me da un bofetón y me hace crecer de repente, y maldigo, me desespero y me cabreo por la pasividad de los que me rodean ante tanta injusticia...
Aún así, me vuelvo a sumergir en la niñez cuando compruebo que, a pesar de todo, hay gente que lucha y planta cara a tanto despropósito.
David se va creciendo ante Goliat.
Felicidades por el blog.
Angi
Ten buena conciencia y tendrás siempre alegría. Si alguna alegría hay en el mundo la tiene seguramente el hombre de corazón puro
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